Ingeniero mecánico y de automoción.
Aficionado al mundo del motor desde pequeño, Con una gran pasión por los coches clásicos y las competiciones de coches.
Pruebo y analizo constantemente productos para coche y reviso diariamente las noticias del motor.
El embrague es una de las partes más importantes de un motor de combustión de un vehículo.
Realiza una función muy sencilla y básica pero, al mismo tiempo, su funcionamiento y composición puede resultar complejo.
Por eso, en este post te explico todo lo que debes saber a nivel de usuario sobre el embrague: qué es, para qué sirve, qué tipos hay, cuáles son las averías más habituales y qué podemos hacer para prevenirlas.
Qué es un embrague y para qué sirve
El embrague es un mecanismo que lleva todo motor de combustión y que se encarga de transmitir el movimiento del motor a las ruedas. Para ello, puede estar en dos posiciones:
- Desembragado: no se transmite movimiento del motor a las ruedas, pues dos de sus piezas clave (como veremos más abajo) no están acopladas entre sí. Esta posición se consigue justo cuando pisamos el pedal del embrague o cuando la caja de cambios está en punto muerto
- Embragado: sí se transmite movimiento del motor a las ruedas gracias a un perfecto acople de las piezas. Esa transmisión se produce cuando llevamos una de las marchas accionadas
Esta función es importante porque en un vehículo de cambios manuales es necesario desacoplar brevemente dicha transmisión de movimiento para cambiar de marcha y, con ello, ajustar el par motor al régimen de giro.
Partes de un embrague o clutch
Son muchas las partes de un embrague y varían según su tipología. Pero para simplificar la explicación, se puede decir que todos los embragues cuentan con estos componentes clave para su funcionamiento:

- Cigüeñal: es un eje que proporciona el movimiento circular para mover las ruedas
- Volante de inercia o volante motor: es la pieza encargada de regular el movimiento del cigüeñal, para que no sea tan brusco
- Disco del embrague o disco de fricción: es la pieza que se acopla al volante de inercia para que se produzca la transmisión de movimiento del motor a las ruedas
- Maza de embrague o plato de presión: comprime o libera el disco de embrague para su acople o desacople, según se pise o se suelte el pedal de embrague
Tipos de embrague
Los embragues se pueden clasificar de muy distintas formas, atendiendo a diferentes criterios: el tipo de refrigeración, el tipo de accionamiento, el número de discos de embrague… Pero a efectos prácticos, podemos hablar de dos:
- Embrague de cambio manual: suelen ser embragues monodisco de fricción mecánica. Es el más habitual en automoción, al menos en Europa hasta hace unos años. Funciona, grosso modo, según lo indicado más arriba
- Embrague de cambio automático: consta de un accionamiento hidráulico que no necesita la tarea de acoplar y desacoplar el disco de fricción para ajustar el par motor al régimen de giro, pues lo hace automáticamente. Por tanto, carece de pedal de embrague
Averías más comunes de un embrague
El embrague se usa mucho, sobre todo en ciudad, por las continuas paradas y posteriores reanudaciones de la marcha a causa de los semáforos, los pasos de peatones o los giros, lo cual implica muchos cambios de velocidad.
Por ello, el embrague también está expuesto a averías, que en ocasiones se deben a un mal uso y en otras, al propio desgaste de sus piezas. Esta es una lista de las averías más habituales:
- El embrague ‘patina’: significa que el coeficiente de fricción en la transmisión de movimiento es deficiente y, por tanto, el coche parece tener poca fuerza. Puede ser, principalmente, por desgaste de las piezas o por fugas de aceite que interfieren en dicha fricción
- El embrague huele a quemado: puede deberse a una mala refrigeración, ya sea por deficiencias en su sistema de refrigeración o por un uso muy intensivo. Si es puntual, no hay que preocuparse, pero si es constante, puede ser el preludio de una degradación mayor y su consiguiente avería
- El embrague vibra: puede haber piezas sueltas del mecanismo o una errónea alineación
- El embrague hace ruidos raros: puede deberse a desgaste de piezas, a un mal ajuste de las mismas o a otras muchas razones
¿Cómo aumentar la vida útil del embrague?
Como en cualquier aspecto relacionado con la mecánica de un coche, lo mejor es la prevención: cuanto mejor cuides el embrague, más te durará.
Así que puedes tomar nota de los siguientes consejos para tratar bien el tuyo y prolongar su vida útil:
- Usa el pedal del embrague el menor número de veces posible. Cada vez que lo accionas, se produce un pequeño desgaste, así que cambiar poco de marcha supondrá un ahorro
- Usa el pedal del embrague el menor tiempo posible. Es decir, písalo lo más brevemente que puedas. Además, debes quitarte el ‘vicio’ de llevar el embrague pisado. Por ejemplo, cambia a punto muerto en retenciones y semáforos
- Pisa el pedal del embrague a fondo. De esa manera, el acoplamiento de las piezas será más suave. Si no, notarás que ‘cruje’, indicando que ese acoplamiento ha sido brusco y agresivo
- Trabaja la coordinación de mano-pie (cambio de marcha-pisada del pedal). Si no lo tienes bien coordinado, el acoplamiento de las piezas será también brusco y aumentará el desgaste
- Ayúdate del freno de mano en las salidas en pendiente. Si no lo haces, forzarás el embrague en exceso hasta conseguir que el coche avance, pues no solo lo harás trabajar para generar movimiento hacia adelante sino también para evitar que el coche descienda hacia atrás
En cualquier caso, debes saber que este pequeño manual de buenas prácticas solo conseguirá retrasar lo inevitable: el cambio de embrague. Los mecánicos aconsejan cambiarlo a los 200.000 km aproximadamente.
Si no lo cuidas, lo tendrás que cambiar antes, quizás a los 100.000 km, sobre todo si circulas mucho por ciudad. Pero si lo tratas bien con los consejos que te he dado, quizás lo puedas aguantar hasta los 300.000 km o incluso más.
Y ya sabes que cambiarlo por mantenimiento o por reparación es uno de los trabajos más caros en cualquier vehículo (rara vez baja de los 1.000€), así que ese ahorro económico debe funcionar como tu mejor estímulo para cuidarlo.
Ingeniero mecánico y de automoción.
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